Cuando esperamos algo, buscamos pistas del destino a nuestro alrededor, sin cesar,
Y no entendemos que las cosas deben suceder en el momento
justo, sin vacilar,
Que lo que pensamos que está muy lejos, está más cerca de lo
que se puede imaginar,
Que la vida viene y va, nos trae sorpresas y momentos
especiales difíciles de olvidar.
Siempre me decían “lo más lejos, es lo más cerca” y cada día
es una nueva oportunidad,
Al principio no creía nada de esto y seguía mis senderos
llenos de ilusión y complejidad,
Pero con el paso del tiempo fuimos cayendo, levantándonos y
venciendo toda adversidad,
Moldeándonos, filosofando, inventando, aprendiendo de la maldad y la
ingenuidad.
Con el tiempo, he empezado a entender esa frase pegajosa “lo
más lejos, es lo más cerca”,
No hay que ir tan lento, ni tan deprisa, la vida es una y
hay que saborearla, es exquisita,
Aún con todos los problemas que se avecinan, cada día sucede
un milagro que te reanima,
Te devuelve el aliento, te trae vivencias inesperadas,
nuevas personas y más sazón a la vida.
Definitivamente, “lo más lejos, es lo más cerca”, cuando
persigues un objetivo sin desesperación,
Todo sucede cuando menos lo esperas y sin avisar, y cuando
llega, tu entorno brilla de emoción,
En un segundo, todo se vuelve diferente y la esperanza llega
a su final tiñendo todo de color,
El alma se transforma, toma más impulso para seguir soñando,
ganando y ardiendo con fervor.
Grecia Annabelle Vilma