jueves, 21 de enero de 2016

Un viaje inolvidable




Temprano en la mañana, emprendí un viaje hacia unas montañas,
En el bus, se podía sentir la emoción y adrenalina en varias entrañas,
Un grupo de jóvenes viajeros con una combinación de locura y cordura,
Cambiarían sus vidas por completo después de vivir aquella aventura.

Una aventura extrema y liberadora que inició en las montañas de Jarabacoa,
Y que repetiría una y otra vez. Aún recuerdo ese momento como si fuese ahora,
Al llegar a la cima de la montaña junto a los que viajaban conmigo sin estrés,
Mi corazón cobró vida y se aceleró cuando el piloto me colocó el arnés.

También me colocó un casco, me mostró mi silla y dijo que todo estaría bien,
Mientras esperaba junto con él que el viento fuera favorable, miraba mis pies,
Contemplaba también la naturaleza, ya lista para sentir la magia y el encanto,
Del bello paisaje, la brisa fría, el olor a pino,  las flores silvestres y el verde manto.

Cuando el parapente se infló y subió, escuché una voz fuerte que me indicó correr,
En ese instante, todo el panorama cambió, corrí por la pendiente de la montaña sin caer,
con la adrenalina a mil y el piloto detrás maniobrando el parapente, animándome a avanzar,
en cuestiones de segundos, mis pies flotaron y una fuerza externa nos empezó  a elevar.

Mi piloto y yo subimos a una altura de 1250 metros. Todo desde allí se veía hermoso,
En ese lugar mágico, se fueron mis miedos, aumentaron  mis ganas de vivir y mi gozo,
 mi alma se cubrió de valentía y mucho amor. ¡Cuánta libertad! ¡Fue asombroso!
En esta aventura descubrí que desde allá arriba todo cambia y se vuelve maravilloso.

Logré grabar un video y lo veo cada vez que puedo para nunca olvidar esta experiencia,
Que le ha dado un giro a mi vida en la forma de pensar. He mostrado a muchos esta vivencia,
Unos se asustaron, otros se sorprendieron, otros se quedaron en pánico y sonreían,
Por tener tanto valor y no temer a las alturas que a cualquiera asustarían y estremecerían.

Ya he volado acompañada dos veces y quisiera poder transmitir a los demás mi sentir,
A algunos no se atreven a volar, por tener tanto miedo a la altura, hasta me hacen reír
Si supieran que en esos momentos llenos de adrenalina y descarga emocional sin mesura,
Fui una sobreviviente, un ave fénix, otra pieza más de la naturaleza apasionada por la aventura.

Grecia Annabelle Vilma.



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