La lluvia es un gran regalo de Dios y la naturaleza
Refresca el ambiente y con sus
gotas, riega la tierra,
Bajando a gran velocidad, a veces
me hace la guerra,
Posponiendo mis planes al aire
libre, fiestas y bailadera.
En esos momentos, en los que me
siento aventurera,
Se me desploman los ánimos,
cuando veo esa llovedera,
Y más si planeaba salir un rato,
a sentir la brisa disipadora,
Que hace olvidar el estrés y cubre con capa apaciguadora.
No queda otra cosa, que calmarse
y cambiar de actividad,
Al final, siempre vendrán mejores
días llenos de felicidad,
Nunca es tarde para planear, un momento de calidad,
Junto a familiares, pareja,
amigos o toda la vecindad.
Al pasar un largo rato, sin darme
cuenta, terminó la lluvia,
Me ayudó a reflexionar, pensar y contemplar la noche turbia,
Decidí distraerme, escribir y escuchar
un poquito de cumbia,
Degustar chocolate caliente y andar por ahí, al cesar la pluvia.
Grecia Annabelle Vilma
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