domingo, 16 de noviembre de 2014

Los milagros imperceptibles


















Inmersos en las faenas laborales, actividades y las rutinas del día a día,
Se nos escapan deslices, momentos y milagros  que suceden en la vida,
Y nos toman por sorpresa mientras la mente y la curiosidad nos distraían,
Con sus procesos analíticos, banales, caprichosos y que a veces hostigan.

Siempre suceden muchos milagros a nuestro alrededor y no los percibimos,
Solo nos damos cuenta de algunos porque los anhelamos, los esperamos,
Pero hay otros tantos que no se destacan, porque no estamos atentos,
a sucesos que nuestro radar no detecta, por ocuparnos en otros eventos.

Si aguzamos nuestros sentidos, abrimos el alma y el campo de percepción,
Distinguiremos en cada momento, milagros imperceptibles, sin excepción,
Eventualidades que nos impulsan a seguir nuestros sueños con dedicación,
Y recorrer el largo camino, sin inercias, avivando la llama de la inspiración.

Cuando baja el nivel de tolerancia, se apaga la alegría y disminuye la motivación,
De repente, todo se armoniza en el universo para ayudarnos con devoción,
A encontrar la fuente de paz y la fuerza motriz que nos impulsa a movernos,
A través de senderos llenos de victorias, adversidad, penas y muchos retos.

No son casualidades, ni coincidencias, estas trivialidades que se presentan,
Son pequeños milagros en los que muchos no creen, ni a los que lo cuentan,
Pero un día pierden la ceguera, la sordera y entonces los hechos concuerdan,
Al rebobinar la mente y recordar los sucesos, aunque al principio no entiendan.


 Grecia Annabelle Vilma

lunes, 10 de noviembre de 2014

La anhelada paz

















Todo el mundo la busca y la anhela con gran vehemencia,
Unos se afanan en conocerla, en los momentos de turbulencia,
Luchando contra los tormentos, aprendiendo de sus experiencias,
Tratando de olvidar los males y hechos, que remuerden la conciencia.

Es una búsqueda constante del ser humano, en cada instante,
Unos respiran profundo, contando hasta diez o tomando un calmante,
Otro distrae la mente en algo entretenido o se convierte en caminante,
Para dejar en las huellas del olvido, todo lo negativo, todo lo irritante.

Unos escapan a lugares desconocidos, para poder experimentar lo divino,
Conectando la mente con la naturaleza, con el silencio y un buen vino,
Otros escuchan música y se retiran en las montañas con amigos, entre pinos,
Y entre otros árboles, a encontrarse con ellos mismos y ver otros caminos.

Otros caminos que les muestren otra visión para llevar la carga más ligera,
Deseando en todo momento ver la luz para que los guíe por la vereda,
Y así encontrar la anhelada paz, que todo el mundo desea, necesita y espera,
Para desconectarse de ideas limitantes y al fin experimentar lo que al alma libera.

Y cuando llega ese instante, en donde nuestro alrededor brilla y se llena
De una energía que se acerca a lo divino, que deja un sentimiento sin penas,
Sin temor, sin pesares, sin incomodidades y deja una estela de alegría plena,
Invade al corazón del que la espera, haciéndole desear que sea eterna.

Grecia Annabelle Vilma.